lunes, 26 de enero de 2009

Una buena definición

"A pesar de cada cosa que pudiera pensar, tan tremendo era su amor que no podía dejar de tener esperanzas. Bien, ¿era esperanza? ¿O acaso era Amor ese extraño y tímido deseo de tener la oportunidad de cuidarla, de hacerse una misión del hecho de ver que ella tuviera todo cuanto deseara, y que nada de lo que se le acercara no fuera perfecto?"

¡Gracias Katherine Mansfield!
(Del cuento "La paloma y el palomo")

domingo, 25 de enero de 2009

Acerca de rezar

Dos frases que me gustaron mucho acerca de rezar...

"Si crees en rezar... Reza porque la gente encuentre las fuerzas necesarias para poder realizar el cambio." (De la película "An Inconvenient Truth", en los títulos finales)

"Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla." (Proverbio ruso)
Esta última es extremadamente simple... pero extremadamente compleja de que todos la entendamos.

jueves, 20 de marzo de 2008

Olvidar y seguir vs. Luchar

¿Y qué hacer cuando las cosas duelen tanto que no te permiten vivir feliz, estar bien?

Me voy a remitir en este post a hablar de esas situaciones en la vida en las que uno no sabe qué hacer cuando dispone de las siguientes dos opciones: dejar el problema que lo aqueja atrás y continuar su vida, ó seguir luchando y sufriendo por lo que uno quiere, no permitiendo que uno esté bien.

La enorme mayoría de la gente te dice que te escapes. Que dejes el problema. Que te lo olvides, que el tiempo lo vaya pisando, y así poder estar bien nuevamente. Que decidas dejar el problema atrás y continuar tu vida sin él.

He visto que muchísimos han hecho ésto, y todos (en general) con muy buen resultado. Han hecho fuerza para dejar esas cosas atrás, y han continuado su vida mirando sólo hacia adelante, procurando que el tiempo y el olvido aplasten el dolor, la angustia, el problema. Y ya sabemos que el tiempo y el olvido todo lo pueden.
"Aprovechá la vida y el tiempo que tenés para estar bien, para disfrutar... la vida es una sóla... no pierdas tiempo en dolores... dejálos atrás... te la vas a pasar sufriendo...", eso es lo que te dicen. Y vaya que parece que tienen mucha razón.

Creo que me va a costar explicarlo, porque no sé si tiene explicación, pero yo no comparto (EN GENERAL) este punto de vista.

Reconozco los buenos resultados de esa opción. Los he visto muchas veces. Veo a gente feliz habiendo tomado ese camino.

Pero a mi no me gusta esa opción. No sólo no me gusta (porque quizá a esa gente que la eligió tampoco le gustaba), sino que prefiero la otra opción.
Prefiero pelear como pueda y como sea para intentar alcanzar lo que quiero. Por supuesto que dejo mil cosas en el camino: orgullo, autoestima, a veces dignidad... Y claro que se sufre, y claro que las cosas duelen y mucho. Y también la pelea te cansa, te debilita mucho por momentos, te deja terriblemente expuesto a cualquier tipo de cachetazo de la vida.

Ese camino, dificil y durísimo, muy probablemente no traiga los resultados de la otra opción. Suele ser lo más probable que uno recorra ese doloroso camino para incluso encontrarse con un resultado aún más doloroso. ¿Y eso significa que perdí tiempo de mi vida? ¿significa que luché y sufrí por algo que, a juzgar por el mal resultado, no valía la pena?

Bueno, desde mi punto de vista: no.
Yo lucho, peleo, sufro y pierdo mil cosas en el camino por algo que quiero, por algo que realmente quiero alcanzar porque en algún lado de mi corazón siento que vale la pena.
Y es justamente eso, el CAMINO, lo que a uno lo hace crecer. Se puede crecer aprendiendo de las alegrías, de los éxitos y los triunfos, pero también de las tristezas, los dolores y las derrotas.
El dolor es parte de la vida, igual que las alegrías. Yo prefiero enfrentar los dolores cara a cara, así como lo hago con las alegrías, disfrutándolas.

¿El resultado? Bueno, claro que es importante también. En esta opción uno lucha y atraviesa el terrible camino en búsqueda del resultado que desea, y con la esperanza de obtenerlo, claro... porque sino, no hay forma de mantener la batalla.
Imaginen, sólo imaginen, si el resultado termina siendo el que uno desea...

Por supuesto que no están mal ninguna de las dos opciones. Yo simplemente expuse cuál es mi opinión y mi sentimiento, fundamentalmente, con respecto a éstas situaciones y decisiones que suelen modificar mucho la vida de cada uno.
En el fondo es una elección personal: el punto de corte lo pone cada uno, y el balance lo analiza cada uno también.

Claro que si yo te tuviera que dar un consejo... te diría que te arriesgues y te juegues con todo por lo que tu corazón quiere, por mucho que sufras en el camino, y complicado e improbable sea llegar al resultado deseado...

lunes, 24 de diciembre de 2007

La magia y las cualidades

La gente se enamora.
Tal vez una, tal vez dos ó tres... ó tal vez más veces en toda su vida.
De alguna forma, la persona enamorada llega a un punto en el que se da cuenta que haría cualquier cosa por la otra persona, que daría todo por poder acompañar, mimar, y cuidar de ella.

Ahora bien... ¿Cómo es que llegó a ese punto de difícil retorno?
¿Una fuerza mágica, inexplicable, la atrajo hacia la otra persona? ¿ciertas cualidades de la otra persona provocaron el enamoramiento? ¿las dos cosas?

Digamos que cuando escribo "cualidades" hablo no sólo de características como inteligencia, belleza física, cultura, sentido del humor, etc.; sino también de gestos, actitudes, formas de actuar, formas de sonreír, pequeños movimientos, frases y maneras de la otra persona que a mi juicio indudablemente juegan en esta discusión.

Volviendo a la pregunta, a primera vista me cuesta responderla con seguridad. Bueno, para qué pretender: me cuesta simplemente responderla. Así que divaguemos un rato...

Uno mismo llega a sentir que es como si una fuerza mágica nos atara a la otra persona. Las "mariposas en la panza", la aceleración del pulso cuando se acerca, las ruborizaciones, los nervios, el hecho de que ocupen la mayoría de nuestros pensamientos... son síntomas que no podemos evitar cuando nos enamoramos, y parecieran ser inducidos por ésta "fuerza mágica".

Por otro lado, todo lo que hace la otra persona, todo lo que dice, todo lo que fue y lo que es, lo vemos perfecto. Vemos perfectas esas cualidades. Como muchos dicen, "idealizamos" a la otra persona.

Quizá la clave esté en responder si idealizamos porque en realidad realmente nos gustó todo de la otra persona ya que todas esas cualidades son acordes a nuestros gustos, ó si hay algo que no manejamos que hizo que todo nos guste.
O más complejo aún, una respuesta desde el punto de vista tal vez psicológico: puede que la realidad sea que siempre ciertas cualidades nos gusten y otras no, pero que nuestras propias ganas de concertar una relación ó sentir algo lindo ó tener esa hermosa ilusión que da el Amor, hagan que de alguna forma nos forcemos (más inconscientemente que otra cosa) y veamos todo color de rosa.
No es demasiado descabellado esto último, más teniendo en cuenta la complejidad de nuestras mentes y lo extremadamente fácil que nos es complicar las cosas y enredarnos en nuestros propios pensamientos. Lo peor es que con ese enriedo logramos entorpecer a los mismísimos sentimientos. Pero ese es tema de algún otro (futuro) post!

"Cualidades que nos gustan"... ¿y eso?. Bueno, la valoración de las cualidades es sin duda algo subjetivo, y la hacemos aunque no querramos. Por propia naturaleza algunas de ellas nos gustan, y otras no.
¿Y podría ser que la misma cualidad en una persona nos guste y en otra no? La respuesta, desde mi punto de vista, parecería ser "¡por supuesto!". Eso sería un argumento favorable para pensar que hay algo más además de las cualidades, aunque con seguridad no es determinante. Podrían decirme que no se puede comparar la misma cualidad en diferentes personas... y no puedo decir mucho acerca de eso, más que "sí, puede ser".

Comentario aparte (y no tanto), hay algo bien cierto: una vez que nos enamoramos, está completamente fuera de nuestro alcance la posibilidad de "dejar de sentir" en el momento que lo deseemos.
Decía yo mismo en un post anterior: "
Depende de algo más, algo difícil de explicar, y que sin duda está fuera de nuestro alcance". En ese entonces, lo escribí convencido.

Para la poesía, es claro que es conveniente la existencia de esta fuerza "mágica"... es realmente estimulante y poético pensar que existe esa atracción inevitable que todo lo puede, todo lo supera, y es más fuerte que cualquier otra cosa. Quizá por eso a mi me guste esa idea también.

¿Y entonces?
Indudablemente, las cualidades entran en juego, mínimamente para comenzar a llamar la atención de la otra persona. Creo que uno puede ir enamorándose de alguien a medida que lo va conociendo y descubriendo esas cualidades. Y no siempre (o casi nunca) se trata del famoso "amor a primera vista".
Por otro lado, también estoy convencido de que existe algo más, además de esas cualidades, que nos unen de una manera especial a la otra persona. Pueden gustarnos mucho las cualidades, pero si falta este componente... Algunos le llaman "química", otros "fuerza mágica"... Creo que existe, y que no es sólo producto de la "compatibilidad de cualidades".

Mi conclusión...
Ambas cosas existen. Y ambas son necesarias para construir al Amor, de a dos, en una relación de pareja.
No me animo realmente a establecer cuál es la relación clara (si es que la hay) entre ambas cosas. Pero creo que ambas existen, y que al aparecer en conjunto se complementan de la forma más maravillosa que puede existir: dando lugar al Amor.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Lo peor es el vértigo

- Todos los procesos tienen un tiempo de madurez. Y para que las cosas salgan bien hay que respetar ese tiempo, no hay otra. - dijo Virginia, entre muchas voces que se mezclaban en la oficina.

Me sentí impactado por la frase. Compartía la idea en el contexto en que fue dicha, pero me impresionó a otro nivel.

El crecimiento lleva su tiempo, ya lo sabemos. También lo necesita el Amor. Y asimilar dolores lo requiere de igual manera.
Claro que se puede no esperar. Claro que se pueden ignorar nuestros gritos internos. Pero en general eso que llevamos dentro, contenido, presionado por nosotros mismos, tarde ó temprano de alguna forma se expresa... y no suele ser en forma de buenas noticias.

"Lo peor es el vértigo. En el vértigo no se dan frutos ni se florece. Lo propio del vértigo es el miedo, el hombre adquiere un comportamiento de autómata, ya no es responsable, ya no es libre, ni reconoce a lo demás." (Sábato, en "La resistencia")

Muchos de nosotros somos capaces de respetar, con alguna que otra dificultad, los tiempos de los demás. Pero somos asombrosamente incapaces de respetar nuestros propios tiempos.
Saber esperar, saber asimilar. Saber asentar los sentimientos, para lograr entenderlos y luego afianzarlos. Son todas tareas difíciles de llevar a cabo, pero que suelen derivar en los mejores beneficios (y los menos dolorosos) en todas las circunstancias.

Vuelvo a pedirle una mano a Sábato:
"
Pero el vértigo no esta solo afuera, lo hemos asimilado a la mente que no para de emitir imágenes, como si ella tambien hiciese zapping; y, quizás, la aceleracion haya llegado al corazón que ya late en clave de urgencia para que todo pase rápido y no permanezca.
Este común destino es la gran oportunidad, pero ¿quién se atreve a saltar afuera?"

Sinceramente me impresiona profundamente la frase "(...)
quizás, la aceleracion haya llegado al corazón que ya late en clave de urgencia para que todo pase rápido y no permanezca."
Creo ver el reflejo de miles de situaciones de la vida en esas palabras. Capturan lo que parece ser una de las claves de todo éste torbellino en el que vivimos.

Indudablemente darse el tiempo necesario significará un gran paso de crecimiento. Y tal vez sea justamente por eso que cuesta tanto.


miércoles, 28 de noviembre de 2007

Blanco y Negro

En un post anterior comenté algo acerca del extremismo del Amor. En ese caso hacía referencia, entre otras cosas, a los resultados a los que conlleva enamorarse: el vacío completo, ó la felicidad inmensa.

Pero además, el Amor es extremista en sí.

Por un lado, no contempla la posibilidad de existir a medias. O existe, ó no existe. Y lo curioso es que uno no puede hacer absolutamente nada para hacer que aparezca de un momento a otro, ó para hacer que desaparezca de golpe.

Pero ¡ojo!, no es todo tan malo: uno puede ayudar ó apostar por algo que a primera vista no es Amor, y luego ir construyéndolo con el tiempo. Por desgracia, y
a pesar de que sea absolutamente necesaria la apuesta de las dos partes, los resultados no dependen sólo de las personas en juego.
Depende de algo más, algo difícil de explicar, y que sin duda está fuera de nuestro alcance.

Por otro lado, en cuanto al extremismo, uno está imposibilitado de realmente amar a alguien, y a la vez sentir cosas fuertes por otras personas. Simplemente el Amor nos hace ciegos en ese sentido, y podemos estar seguros de estar enamorados cuando no hacemos más que sentir cosas fuertes por alguien en especial, y nos es imposible fijarnos seriamente en otra persona.

El Amor es exclusivo. Se cansa de demostrarlo cada vez que aparece.

Para decirlo de otro modo, el Amor es blanco ó negro. Pero no las dos cosas a la vez. No contempla grises.
Los que alguna vez tuvimos la suerte de enamorarnos, lo sabemos bien.

Es todo ó nada.
Y es todo ó nada lo que uno apuesta, y también es todo ó nada el resultado de la apuesta. Arriesgar a medias aquí no es válido.
"La medida del Amor es el amor sin medida", me viene a la cabeza.

Tal vez nosotros seamos grises, y tengamos momentos de duda temporales. Pero sabemos que el Amor no, y tenemos que ajustarnos a sus reglas naturales e
impuestas. Actuar como si el Amor fuese gris sólo lleva a dolores persistentes y muy difíciles de superar. Y no son sólo propios, lo cual empeora enormemente la situación.

Creo que nosotros seamos grises no es debido a que el Amor lo sea, ó a que los sentimientos puedan ser grises. Lo que a nuestra percepción hace a un sentimiento gris, son otro tipo de sentimientos que aparecen invariablemente en todos nosotros: temor, dependencia, pena, tristeza, inseguridad, vergüenza, debilidad.
Pero el sentimiento no es gris, es claramente blanco ó negro. Sólo que nos cuesta verlo, ó nos negamos a ello, arrastrados por los otros sentimientos.

Dejémos entonces que nuestro corazón sea el que hable, y prestémosle atención nosotros mismos también. Es muy arriesgado, si. Podríamos darnos un buen golpe, si, también.

Sin embargo, es innegable que es muy valiente, noble y sincero para con uno y para con el otro.

Por no mencionar que nos hace actuar y comportar genuinamente, como la persona que realmente somos.

viernes, 23 de noviembre de 2007

El sonido de los sentimientos

A mi juicio, los grandes artistas son aquellos que logran de alguna manera transmitir sus sentimientos a su obra, logrando que quien contemple la obra de Arte se emocione de manera similar al artista.

Algunos lo expresan mediante palabras, otros mediante pinturas, actuación, teatro... y otros lo hacen a través de la música.
Hay millones de increíbles ejemplos en la música de éste tipo de emocionantes logros. Y no hace falta mirar demasiado lejos para encontrarlos, basta con escuchar con atención y a buen volúmen obras como "Adiós Nonino" de Piazzolla para estremecerce un rato con sus maravillosas melodías.

Quienes me conocen saben que me gusta el rock, y en particular, saben que mi banda de cabecera es Pink Floyd. Y que sea mi banda preferida, está total, completa, y absolutamente relacionado con el hecho que les contaba recién: logran con creces transmitir miles de sentimientos con frases, composiciones, ó solos de guitarra.

En cuanto a solos de guitarra que erizan la piel y hasta emocionan, les recomiendo que cuando puedan se sienten, se pongan cómodos, un buen volúmen, y presten mucha mucha atención a los solos de temas como Comfortably Numb (especialmente la versión de "Pulse", el primer solo), Your Possible Pasts, The Fletcher Memorial Home, Poles Apart,
A Great Day For Freedom, Dogs (el solo "central" que se repite un par de veces), ó Shine On You Crazy Diamond.

A los que les guste la música y las composiciones melódicas simples pero emotivas, les aseguro que disfrutarán mucho escuchar dichos fraseos electrizantes.